Fri Jun 06

La mejor mentalidad para tu entrenamiento: Progreso macro, meso y micro

Yerai Alonso

Yerai Alonso

La mejor mentalidad para tu entrenamiento: Progreso macro, meso y micro

Una de las mayores frustraciones en el entrenamiento es la de tener unos ciertos objetivos marcados y ver que pasa el tiempo y no llegas a conseguirlos.

Ya sea conseguir un determinado truco, hacer un determinado número de repeticiones o conseguir una cantidad de masa muscular, son objetivos en los que se suele trabajar, pero a veces pueden surgir situaciones que hagan que no lleguemos a lograrlos y nos generen esa sensación de pesimismo.

Lo cierto es que, con el paso del tiempo, las circunstancias personales cambian, y lo que habías planificado puede que no ocurra como pensabas. Por ejemplo, puedes tener alguna lesión, molestia, alguna enfermedad o puede que tengas unos horarios de trabajo complicados, tal vez tengas que centrarte en otros aspectos de tu vida y dejar el entrenamiento un poco al margen, etc.

Todo este tipo de “imprevistos” puede hacer que la consecución de tus objetivos tenga un avance fluctuante, tengas que retroceder o volver a empezar.

Por ello, quiero presentarte una forma de ver este tema que te puede ayudar a relativizar, sobrellevar mejor este tipo de situaciones y a largo plazo, ser más capaz de realmente llegar a conseguir esos objetivos.

Progreso macro, meso y micro.

Cuanto te planteas un objetivo como conseguir el muscle up, o poder hacer 20 dominadas, o ganar 5 kg de masa muscular, tienes que entender que estamos hablando de un objetivo macro, un objetivo a largo plazo.

Este tipo de objetivos, si todo sale perfecto y no hay ningún imprevisto, puede que los consigas en menos de un año, pero, como ya hemos comentado, lo más común es que surja algo.

Por lo tanto, suelen irse a un periodo de tiempo de un año o superior.

Estos objetivos a macro, a largo plazo, se pueden dividir en pequeños logros a medio plazo, meso. Por ejemplo, llegar a conseguir hacer dominadas explosivas antes de ir a por el muscle up, o conseguir hacer 15 dominadas, en tu progreso hacia las 20, conseguir la advanced tucked planche mientras sigues entrenando para la straddle o ganar algún kilogramo de peso.

Y, a su vez, este progreso meso se divide en pequeños objetivos micro, a corto plazo, normalmente una semana cada microciclo. Conseguir una repetición más en alguno de los ejercicios de tu rutina, o algún segundo más en alguna de las progresiones, completar alguna serie que antes no podías, cumplir con todos los entrenamientos planificados para la semana sin saltarte ninguno, etc.

Analiza tu progreso desde esta perspectiva

La cuestión es que, cuando tienes algún imprevisto de los que hemos comentado, como por ejemplo que tengas que parar de entrenar un par de semanas por una molestia, o que tengas demasiado trabajo y no te de tiempo, cuando retomes el entrenamiento tendrás un punto de partida que, obviamente, supondrá un retroceso en tu progreso, aquí es donde viene la nueva perspectiva.

Desde ese punto de partida, a nivel macro, habrás perdido mucho progreso, y puede que tardes incluso meses en recuperar el nivel que tenías, pero si lo analizas a nivel micro, la primera semana será de recuperación y, desde la segunda semana, ya puedes progresar con respecto a la primera, por lo tanto, a nivel micro, ya estarás progresando y teniendo buenos resultados desde la segunda semana. Como ves, esta perspectiva es mucho más alentadora que centrarte solo en tu nivel con respecto al objetivo macro a largo plazo.

A nivel meso, se suele calcular en un marco de tiempo de, al menos, unas 3 semanas, por lo que las primeras 3 semanas serán de recuperación, pero a partir de la 3ra semana ya podrás estar progresando a nivel meso con respecto al periodo anterior, de nuevo una perspectiva mucho más positiva que la anterior.

Así vemos como, ante un problema, imprevisto, o situación que te complique tu objetivo a largo plazo, rápidamente puedes pasar a enforcarte en tu progreso a corto y medio plazo y tener una mentalidad más positiva, mayor motivación, y una perspectiva que te hará tener mayor adherencia y confianza en tu entrenamiento.

El tiempo pasa factura, pero también te hace más sabio

Otro punto a tener en cuenta es que, con el paso del tiempo, cada vez vas ha tener mejores conocimientos en general sobre entrenamiento y en concreto sobre tu propio cuerpo. Además, vas a tener más experiencia lidiando con diferentes situaciones y recuperándote de ellas. Por lo tanto, cada vez que tengas uno de estos retrocesos, serás más capaz de gestionarlo y recuperarte del mismo lo más rápido posible.

Cada vez que sufras una lesión vas a aprender sobre cómo tratarla y recuperarte de la misma. Cada vez que tengas mucho trabajo o poco tiempo, vas a aprender a cómo aprovechar el tiempo que tengas lo máximo posible, etc.

De esta forma, cada vez que tengas un retroceso sabrás manejarlo para que sea lo menor posible y vuelvas a estar en camino del progreso en todos los marcos de tiempo de forma rápida.

Situaciones irreversibles

Dicho todo lo anterior, algunos de los “contratiempos” o circunstancias que nos pueden influir en nuestro entrenamiento son permanentes. El propio envejecimiento, no es lo mismo progresar en tu entrenamiento con 20 años que con 45, el tener una familia con hijos o cualquier otra responsabilidad o el caso de lesiones crónicas o problemas de salud que no se pueden curar, son cambios que van a permanecer y tendremos que gestionarlos de forma ligeramente diferente.

En estos casos tenemos las siguientes opciones:

  • Aceptar que nuestro objetivo a largo plazo se puede seguir consiguiendo (si es el caso) pero que vamos a tardar mucho más tiempo, que nuestro progreso a medio plazo también va a tardar un tiempo en tener un buen ritmo, y centrarnos únicamente en nuestro progreso micro a corto plazo, con la nueva situación que tengamos.
  • Replantear nuestros objetivos teniendo en cuenta la nueva situación, sobre todo en caso de lesiones crónicas que no nos permitan cumplir el objetivo que teníamos anteriormente. Simplemente cambia tus objetivos a unos que sean posibles y comienza a enfocarte en tu nuevo progreso hacia ellos.

Conclusión

A pesar de que se nos planteen condiciones adversas durante nuestro progreso en el entrenamiento, podemos enfocarlas de la manera más productiva, positiva y efectiva posible para que no nos desanimemos, sigamos avanzando, y finalmente consigamos nuestras metas a largo, medio y corto plazo.

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